¿NECESITAS PAZ? Así la conseguís
Vivimos en tiempos donde la búsqueda de paz es una de las necesidades más urgentes del ser humano. ¿Pero cómo la encontramos?
Vivimos en tiempos donde la búsqueda de paz es una de las necesidades más urgentes del ser humano. Es común escuchar consejos sobre cómo encontrarla: desde el descanso hasta técnicas de relajación. Sin embargo, a pesar de todos estos esfuerzos, muchas personas siguen sintiendo un vacío.
La Biblia nos enseña que la paz no es un estado emocional ni una circunstancia externa, sino una persona: Jesucristo.
Isaías 9:6 lo profetiza llamándolo “Príncipe de Paz”, y en Juan 14:27, Jesús mismo dice: "La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo."
1. La paz es un regalo que se recibe
La verdadera paz no proviene de nuestras circunstancias, sino de una relación con Dios. Cuando buscamos en otros lugares—trabajo, éxito, dinero o reconocimiento—nunca es suficiente. Solo Jesús puede llenar ese vacío.
Pregunta para reflexionar:
¿Has experimentado la paz de Dios en tu vida?
¿Qué situaciones suelen quitarte la paz y cómo puedes afrontarlas con fe?
2. La paz es una misión que se comparte
En Lucas 10:5, Jesús comisionó a sus discípulos con un mandato claro: "En cualquier casa donde entréis, primeramente decid: Paz sea a esta casa."
Esto nos muestra que la paz no solo es para nosotros, sino que somos llamados a llevarla a otros. Así como los discípulos fueron enviados a compartir el mensaje del Reino, hoy nosotros somos embajadores de la paz de Dios en nuestro entorno.
Pregunta para reflexionar:
¿Cómo puedes ser un canal de paz en tu hogar, trabajo y comunidad?
¿A quién puedes acercarte esta semana con un mensaje de esperanza?
3. La paz es un testimonio que impacta
Uno de los mayores ejemplos de la transformación que trae la paz de Dios es el testimonio del músico Juan Luis Guerra. A pesar de su éxito y fama, vivía con ansiedad y necesitaba medicación para calmarse. Hasta que conoció a Jesús: “Yo tenía muchos triunfos, fama y fortuna, pero no tenía paz. Vivía tomando pastillas para controlar la ansiedad. Hasta que dos personas me hablaron del Señor, abrí mi corazón y encontré la paz que tanto buscaba.”
Pregunta para reflexionar:
¿Has conocido a alguien cuya vida haya cambiado gracias a la paz de Dios?
¿Cómo podrías compartir tu propio testimonio con otros?
Un reto para esta semana:
Reflexiona sobre cómo estás experimentando la paz de Dios en tu vida.
Ora por alguien que sabes que necesita paz.
Comparte un versículo o una palabra de ánimo con alguien que esté pasando por dificultades.
Recuerda: La paz no se impone, se imparte.
Este mensaje será el eje de nuestro evento especial el viernes 18 de abril en el Estadio de Ferro. Será una gran oportunidad para compartir la paz de Dios con quienes más la necesitan. Desde ahora, podemos comenzar a orar y a invitar a otros a ser parte de este momento transformador.
Que la paz de Cristo llene tu corazón y te convierta en un verdadero mensajero de paz.